Yo no te pido nada, con tu saludo indiferente me basta. Tú ya no me haces daño. Tus cosas no me duelen, no vales más que aquellas luna, oscura. Recuerda que, decías que para ti sería tu latido intenso y grande. Quédate otro día, no sigamos tan distantes. Entre cada espera, entre tú y yo. Yo no confundí jamás otros brazos nuevos con los tuyos. Bromeas y te ríes, te sientas y me excluyes. siento encima, sonrisas que conozco, sonrisas que acarician cuando eramos tierra y estrellas, ahora, si quieres tú, me quieres tú. Que lo que hubo entre nosotros dos no lo confundí jamás. Tus pensamientos rozándome, voy a tu encuentro es lo más importante. Hasta el pasado se rinde al presente...
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