Y al regresar intenté olvidar esa mirada, esos momentos que se que ya no valen nada, un avión de papel que dejaste sin alas, y ya no hay nada, no queda nada... Y al volver hacia atrás deshaciendo las pisadas de un camino que al final no nos llevo a nada. Intenté recuperar nuestra huellas borradas, y ya no hay nada, no queda nada... No queda nada, del camino entre tú y yo, no cambió nada ni un minuto de los dos, pero es que al despertar mi sueño se acaba, y es que al respirar mi aliento se apaga, y no hay nada, no queda nada... Ese cuento que escribí lleno, sólo, se hojas blancas, una historia sin fin, sin principio y sin palabras, el vacío entre los dos del miedo que nos separa, y no queda nada, no hay nada...
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