martes, 4 de septiembre de 2012

Pensando en vos.

Recordé sin querer como era el tacto de tu piel, y sin duda aún te llevo en vena. Duermo siempre en el balcón por donde te vi marchar ese invierno y el sol no nos quema. Y sigo pensando en vos, la pasión no se acabó, no se apagó, añoro escuchar tu voz, derrotado y ganador, fue lo mejor. Duele muy fuerte que por poder rozarte una vez más he vendido mi suerte. Duele intenso, tanto que te has quedado a vivir en mi pensamiento. El reloj se paró y la arena nos ahogó a los dos, pero el tiempo mereció la pena. Y yo nunca te conté que lloraba sola en el salón cual torero en su última faena. 


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